El sábado que recién pasó celebré mi vigésimo tercer cumpleaños, fecha en la cual acostumbro a reunirme con los amigos a compartir tan dichoso momento de mi vida. En esta oportunidad la reunión fue un poco más discreta, más intima, con los amigos más cercanos y los más queridos.
Como se ha mantenido en la tónica de todos mis carretes del 2007, este cumpleaños tenía que ser destructivo; con algo dañado tenía que salir de esa celebración. Al despertar el domingo, me di cuenta que no tenía ningún síntoma de resaca, o sea en pocas palabras no sentía que tenia un hacha ensartada en mi cráneo; desperté medio atontado, pero sin caña. Al pasar el día me di cuenta que estaba muy cansado y un poco lento, que mis reacciones no eran felinas como acostumbran a ser, y que mis ideas no fluían de la manera habitual, pero no le preste mucha atención porque se lo atribuí al cansancio.
Hoy me siento bastante mejor, aunque todavía mis ideas salen con cierta lentitud. Esta situación me llevó a preguntarme: ¿qué mierda hice el sábado en la noche que me dejó con este nivel de secuelación? al instante recordé que me había dedicado sin asco ni reparo alguno, a fumar eso que los jóvenes de ayer y hoy llaman marihuana, y acorde con los testimonios de mis 2 partners que me acompañaron en dicha empresa, la cantidad de MJ que entró a nuestros sistemas fue tan grande que perfectamente podía haber funcionado como para sedar a un elefante, una ballena azul o al mismísimo Nessy.
Recuerdo que hubo un determinado momento en el que verdaderamente mantenerme de pie era todo un problema, y que articular palabra alguna era como resolver una de las ecuaciones matemáticas mas rudas de la vida, pero aún así mi instinto autodestructivo me llamaba a seguir cargando mi pipa y a seguir fumando. Y así, desde el preciso instante en que decidí fumar, fumar y fumar sin intención de detenerme, sentencié mi cerebro a una muerte lenta, que ya me está mostrando el deterioro que ha ido dejando...
Sólo espero que el parkinson no me ataque pronto porque tendría problemas para no derramar el copete y para prender mis cigarrillos...
salu2 y gracias a todos los que fueron a celebrar conmigo mi cumple y a los que se acordaron y me llamaron...
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