Rockfluence

Quiero que uds, nuestros lectores, entiendan lo que ha sucedido. No es que nos hayamos olvidado del blog, o que simplemente hayamos decidido dejarlo de lado. La situación que nos aqueja es muchos más profunda y complicada de lo que usted cree.

El Staff completo de este blog (que actualmente me atrevo a declarar, somos dos) se ha visto envuelto en una serie de celebraciones y conmemoraciones, que sin ser orgías, nos han dejado en bastante mal pie. Y no es que estas fiestas nos gusten particularmente, pero es una de las pocas ocasiones del año donde gente además de nosotros esta dispuesta a crear un falla hepática, motivar un enfisema pulmonar, o simplemente quemar una que otra neurona sin la menor preocupación. Ante tan magna oportunidad, sus bloggers favoritos (nosotros) han estado en una racha de fiestas y resacas consecutivas por un periodo de tiempo más largo de lo recomendado por cualquier médico que se jacte de serlo, lo cual ha conllevado al abandono de las responsabilidades posteadoras por un periodo bastante más que considerable.

Por lo anterior pido perdón, y además aprovecho de responder al primer pedido de este nuevo año.

Scott D. Davis es una criatura particular. Clama encontrarse en constante contacto con Dios además de ser unos de los tantos new age que andan por ahí. Comenzo a tocar piano a los 16 años, y declara solo haber tomado clases de piano en la universidad, donde además tocaba con bandas de rock. Crealo usted o no, este cabro no creció escuchando a Chopin, Beethoven o algún otro pianista clásico, si no que Rush, Metallica y todo ese metal de los 80 y principios de los 90 lo hicieron terminar en esto. Cuando hable ayer por teléfono con él, me contaba que la mayoría de sus composiciones se le ocurren cuando escala en alguna de los 98749387 millones de montañas que hay en California, su actual estado de residencia.

También le pregunte si se sabia el tema de Titanic, a lo cual respondió positivamente; acto seguido lo inquiri sobre si lo tocaba, a lo cual respondio con un enérgico y absoluto NO...simpático el cabro.

Lo que le traigo hoy, a pedido de Camila, es su tercer disco, del año 2005, llamado rockfluence, donde solo con un piano toca covers de bandas de rock, o que el considera rock.

Scott D. Davis - Rockfluence

01. Scott D. Davis - Sweet Child O Mine (6:46)
02. Scott D. Davis - Hotel California (9:00)
03. Scott D. Davis - My Immortal (5:30)
04. Scott D. Davis - Nothing Else Matters (7:09)
05. Scott D. Davis - Smells Like Teen Spirit (6:12)
06. Scott D. Davis - Stairway to Heaven (7:41)
07. Scott D. Davis - In the End (4:23)
08. Scott D. Davis - Wanted Dead or Alive (5:22)
09. Scott D. Davis - Open Arms (3:50)
10. Scott D. Davis - Final Countdown (6:13)
11. Scott D. Davis - White Wedding (4:24)
12. Scott D. Davis - Scherzo (3:35)